Indudablemente, esta es una acción reprobable y ofensiva que viola la santidad de los muertos. La tumba de un muerto es como la casa de una persona viva. El Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) llamó la atención sobre la naturaleza repulsiva de esta acción cuando dijo: "Si tuviera que caminar sobre brasas encendidas o una espada, o reparar mis zapatos con mis propios pies, sería mejor para mí que caminar sobre la tumba de un musulmán. No hay diferencia entre responder a la llamada de la naturaleza en medio de un cementerio o en medio del mercado" (Ibn Mayah). En Az-Zawá'id dice que su cadena de transmisión es auténtica, y en Irwa' Al Ghalil (63) se clasifica como auténtica. Las palabras del Profeta (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) "o reparar mis zapatos con mis propios pies", hacen referencia a algo que es extremadamente difícil de hacer [para una persona común] y, si le fuera posible, sería muy doloroso; pero a pesar de todo eso, sigue siendo preferible a caminar sobre la tumba de un musulmán. "No hay diferencia entre responder a la llamada de la naturaleza en medio de un cementerio o en medio del mercado", significa que ambas acciones son igualmente repulsivas, y quien hace una no se abstendrá de hacer la otra.
Y Al-lah sabe más.