Se transmitió de Ibn ‘Umar que el Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: “Quien busca el conocimiento para discutir con los necios, o para alardear ante los eruditos, o para desviar los rostros de la gente hacia él, estará en el Fuego” (Ibn Mayah, 253).
Y de Yábir Ibn ‘Abdal-lah, que el Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: “No busquen el conocimiento para alardear ante los eruditos, ni para discutir con los necios, ni para destacar en las reuniones. Quien haga eso, el Fuego, el Fuego” (Ibn Mayah, 254).
Y Abu Hurairah dijo: “El Mensajero de Al-lah (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: ‘Quien adquiera conocimiento para alardear ante los eruditos, y competir con los necios, y desviar los rostros de la gente hacia él, Al-lah lo hará entrar en Yahannam” (Ibn Mayah, 260).
Estos hadices, aunque sus cadenas tienen debilidad, se fortalecen unos con otros. Por eso los declaró auténticos el Sheij Al Albani (que Al-lah lo tenga en Su misericordia). Dijo sobre el hadiz de Yábir:
“Al Hakim lo clasificó como sahih, y Adh-Dhahabi estuvo de acuerdo con él. También fue clasificado como sahih por Al Hafiz Al ‘Iraqi (1/52). Es como dicen, si está libre de interrupciones (en su isnad), porque Ibn Yuraiy y su Sheij Abu Az-Zubair eran mudal-lis [es decir, practicaban el tadlis, que es cuando un narrador narra un hadiz que no escuchó directamente de su Sheij, sin mencionar el nombre de la tercera persona de la que lo escuchó, utilizando palabras que pueden dar o no la impresión de que lo escuchó directamente], y eran conocidos por ello. También lo narraron diciendo ‘an (“de”, en lugar de decir que lo escucharon directamente de un narrador). Pero el hadiz es sahih en cualquier caso, porque hay informes corroborativos sobre el mismo tema que lo refuerzan y se ven reforzados por él” (Sahih At-Targhib wa At-Tarhíb, 1/154).
El Sheij Muhammad Ibn ‘Ali Ibn Adam Az-Aziúbí dijo: “El hadiz de Yábir Ibn ‘Abdal-lah (que Al-lah esté complacido con ambos) es exclusivo del compilador (Ibn Mayah), y es auténtico. Al Basauri dijo: ‘Esta cadena tiene narradores confiables, según la condición de Muslim’”.
Y continúa: “Y es como dijo, aunque contiene ‘an‘aná de Ibn Yuráy y Abu Az-Zubair, que son mudál-lis, pero el hadiz es auténtico con sus testimonios” (Masháriq Al Anwár, 4/485–486).
En Sharh At-Tibí sobre Mishkát At-Tasbíh (2/681) dice: “La expresión iuyári (compite) se refiere a la jactancia mutua, tomada de la palabra ‘correr’, porque ambos competidores se equiparan. Y al mumarát es disputa y argumentación, derivada de miria (duda), pues cada contendiente duda de lo que dice el otro, o lo hace dudar de su argumento. También se relaciona con al mári, que es el acto de exprimir la ubre para sacar leche; así como los debatientes extraen lo que hay en el otro. As-sufaha’ (los necios) son los ignorantes, cuyas mentes son defectuosas o inferiores comparadas con las de los eruditos”.
Y concluye: “El significado aparente del hadiz indica que quien aprende la religión de Al-lah, Exaltado sea, con el fin de debatir con los necios, está bajo amenaza de castigo, porque no ha cumplido con la condición de sinceridad en su búsqueda de conocimiento, sino que hizo del debate su objetivo.
Abú Hurairah dijo: “El Mensajero de Al-lah (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: “Quien busque el conocimiento que debe buscarse por amor a Al-lah, pero solo lo busque por obtener algún beneficio mundano, no percibirá la fragancia del Paraíso el Día del Juicio” (Abu Dawud, 3664).
La intención sincera y correcta en la búsqueda del conocimiento implica actuar con conforme a él, luego enseñarlo a los demás, llevar las enseñanzas islámicas a aquellos que no las conocen, para luego alejar la agresión de los transgresores y la mala interpretación de los malhechores.
Al-lah, Exaltado sea, dijo (lo que se interpreta así en español): {No deben salir a combatir todos los creyentes en una expedición. Que de cada región, algunos se queden para estudiar la religión y así puedan exhortar a su gente cuando regresen, para que de este modo se preserve [el conocimiento]} [Corán 122].
Y dijo, Exaltado sea, dijo (lo que se interpreta así en español): {No obedezcas a los que se niegan a creer, y lucha contra ellos esforzadamente, exhortándolos con el Corán} [Corán 25:52].
El Sheij ‘Abdur-Rahmán As-Sa’di (que Al-lah lo tenga en Su misericordia), dijo: “Y lucha contra ellos con él (el Corán) con un gran esfuerzo: es decir, no escatimes ningún esfuerzo en apoyar la verdad y reprimir la falsedad, aunque veas que te rechazan y te tratan con rudeza; sigue haciendo todo lo posible y no pierdas la esperanza en que se dejen guiar; no dejes de transmitirles el mensaje solo porque no se ajuste a sus caprichos y deseos” (Tafsír As-Sa’di, p. 585).
Entonces, quien aprende el conocimiento con la intención de refutar los argumentos engañosos de los incrédulos y aconsejar a los musulmanes, esa es una intención válida.
Se preguntó al Sheij Ibn ‘Uzaimín (que Al-lah lo tenga en Su misericordia): “¿Cuál es el consejo para el estudiante de conocimiento principiante?”
Y respondió: “El consejo para toda persona es que tenga una intención sincera para con Al-lah, Exaltado sea, y que no tenga como intención obtener liderazgo, fama o dinero. Más bien, su propósito debe ser eliminar la ignorancia de sí mismo y de los demás, establecer la religión y defenderla. Eso es lo mejor” (Liqá’ Al Báb Al Maftúh, 226/36).
Y si durante su da’wah se ve en la necesidad de debatir o refutar, no hay nada de malo en ello, siempre que no sea su objetivo principal, sino un medio para transmitir el mensaje. Debe hacerlo con amabilidad y dentro de los límites del Islam.
Al-lah, Exaltado sea, dijo (lo que se interpreta así en español): {Convoca al sendero de tu Señor con sabiduría y bellas palabras. Argumenta de la mejor manera. Tu Señor sabe bien quién se extravía de Su camino y quién sigue la guía} [Corán 16:125].
El Sheij As-Sa’di dijo: “Es decir, llama a toda la creación, musulmanes y no musulmanes, al camino recto de tu Señor, que incluye el conocimiento beneficioso y las obras justas. Con sabiduría: es decir, cada persona según su situación, entendimiento, y disposición a seguir la verdad…
Si la persona a la que se dirige el llamado piensa que lo que sigue es la verdad o si es un promotor de la falsedad, entonces el que llama al Islam debe razonar con él de la manera más cortés. De esta forma tiene más probabilidades de obtener una respuesta, según la razón y los textos. Esto incluye argumentar con pruebas que él mismo acepta. Eso es más cercano al objetivo.
Y no se debe permitir que el debate se convierta en pelea o insultos que frustren el objetivo. La finalidad debe ser guiar a la gente a la verdad, no vencerlos ni humillarlos” (Tafsír As-Sa’di, p. 452).
Y Al-lah, Exaltado sea, dijo (lo que se interpreta así en español): {No discutan sobre ellos más de lo que les ha sido revelado. No consulten [a quien no tenga conocimiento] sobre ellos} [Corán 18:22].
El Sheij As-Sa’di dijo: “No discutas sobre ellos —es decir, no argumentes— más de lo que les ha sido revelado, es decir, basada en conocimiento y certeza, y que además tenga beneficio” (Tafsír As-Sa’di, p. 474).
En resumen: estudiar las ciencias islámicas con la intención de llamar a la gente hacia la religión de Al-lah, Exaltado sea, defender el Islam y refutar a los incrédulos, es una intención correcta, siempre que el estudiante no se ocupe solamente de ciencias que son fard kifáiah y descuide las fard ‘ain, como el aprendizaje de los fundamentos de la ‘aquidah y las descripciones de los actos obligatorios de adoración, como la oración, el ayuno, etc.
Se narró que Yundub Ibn ‘Abdul-lah Al Azdí, compañero del Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él), que dijo: “El Mensajero de Al-lah (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: ‘El ejemplo del sabio que enseña el bien a la gente y se olvida de sí mismo es como la lámpara que ilumina para los demás mientras se quema a sí misma”.
Transmitido por At-Tabarani en Al Mu‘yám Al Kabír (2/165–166), y clasificado como hasan por Al Albani en Sahih At-Targhib wa At-Tarhíb (1/164).
Y Al-lah sabe más.