Primero:
Estas palabras fueron narradas del Imam Ash-Shafi'i (que Al-lah lo tenga en Su misericordia) por más de uno de los eruditos. Ver: Tafsir Al Imam Ash-Shafa'i (3/1461), Maymu' Al Fatawa (28/152), Tafsir Ibn Kazir (1/203) y At-Tahrir wat-Tanwir (30/528).
Esta frase tiene varias versiones que llevan al mismo significado. Algunas de estas versiones son:
- "Si Al-lah no hubiera revelado otra prueba para Su creación excepto esta sura, habría sido suficiente para ellos".
- "Si la gente reflexionara sobre esta sura, les sería suficiente".
Segundo:
La sura comienza con el juramento de Al-lah por el tiempo, que es el período que marca el fin de la vida humana, lleno de maravillas y lecciones que demuestran el poder y la sabiduría de Al-lah. Esto indica que la humanidad, en general, está en pérdida y disminución, excepto aquellos que poseen cuatro cualidades: la fe, las buenas obras, la exhortación mutua hacia la verdad y la exhortación mutua hacia la paciencia.
Ver: At-Tafsir Al Munir (30/390), y Asma' Suwar Al Qur'an wa Fada'iluha, por Munirah Ad-Dawsari (p. 592).
Tercero:
Ibn Al Qaiem (que Al-lah lo tenga en Su misericordia) dijo: "En esta sura, Al-lah dividió a la humanidad en dos grupos: los perdedores y los ganadores. El ganador es aquel que se aconseja a sí mismo con la fe y las buenas obras, y aconseja a los demás con la verdad, lo que implica enseñarla y guiar hacia ella, y con la paciencia, lo que también implica ser paciente. Así, esta sura incluye dos consejos y dos perfecciones, logrando el mayor provecho de las dos fortalezas, en las palabras más breves, concisas, refinadas y elocuentes.
En cuanto a los dos consejos: son el consejo que uno se da a sí mismo y el consejo que da a su hermano, con la exhortación a la verdad y la paciencia en ella.
En cuanto a las dos perfecciones: es la perfección de uno mismo y la perfección de su hermano.
En cuanto a la perfección de las dos fortalezas: el alma tiene dos, la fortaleza del conocimiento y la reflexión, cuya perfección es la fe, y la fortaleza de la voluntad, el amor y la acción, cuya perfección es la realización de buenas obras. Y esto no se logra sin paciencia.
Así que aquí hay seis asuntos:
Tres que uno realiza en sí mismo y ordena a otros: perfeccionar su fortaleza cognitiva con la fe, su fortaleza activa con buenas obras, y perseverar en ello con paciencia.
Y ordenar a otros con estos tres, siendo así una persona que practica lo que predica, ordena lo que practica, está dotado de estas cualidades, las enseña y llama a otros hacia ellas.
Este es el que ha ganado todo el beneficio […]. Que Al-lah sea nuestro ayudante, en Él confiamos" (Al Kalam 'ala Mas'alat As-Sama', 279).
Y Al-lah sabe más.