Sábado 11 Shawal 1445 - 20 Abril 2024
Español

Decir “Oh Muhámmad”, ¿constituye un acto de idolatría?

Pregunta

Soy un joven musulmán, y a veces digo como expresión “Oh Muhámmad”, o “Oh ‘Ali”, o “Oh mi señor Fulano de tal”. Pero otro musulmán me ha dicho que esto es asociar a otros con Dios. Yo le respondí que yo no asocio a nadie con Dios, y que doy testimonio de que no hay más divinidad que Él, y que ni Muhámmad, ni ‘Ali, ni los shéijs y maestros, son copartícipes de la divinidad de Dios.
He leído un reporte de uno de los compañeros del Profeta aconsejando a otro musulmán cuya pierna se había dormido, y le dijo: “Menciona al más querido entre la gente para ti”. Entonces dijo: “Muhámmad”, y el entumecimiento se le fue.
Y en una de las batallas de los musulmanes, el grito de batalla era “¡Oh, Muhámmad!”. Si hubieran estado cometiendo un pecado por eso, ¿por qué los compañeros no se los prohibieron?
También los hermanos del Profeta José dijeron: “¡Oh, padre nuestro! Pídele el perdón a Dios de nuestros pecados, ciertamente hemos sido pecadores” (José, 12:97). Y no dijeron: “Oh Dios, perdónanos”. Si hubieran estado cometiendo un pecado al hacer eso, entonces, ¿por qué no se les dijo que lo que estaban haciendo estaba mal?
Entonces, ¿estoy cometiendo un acto de idolatría haciendo eso, o no? Si he cometido un pecado, mi pregunta es, ¿perdonará Dios, glorificado y exaltado sea, a quien ha caído en un acto de idolatría?

Texto de la respuesta

Alabado sea Dios.

En primer lugar, si un musulmán dice “Oh Muhámmad, Oh ‘Ali”, esto puede entenderse de dos formas distintas. 

1 – Que está trayendo a su mente, recordando de esta manera, a la persona que menciona, sin pedirle nada ni invocarla, por ejemplo si alguien simplemente dice “Oh Muhámmad” y no agrega nada más, o dice “Oh Muhámmad, que la paz y las bendiciones de Dios sean contigo”, esto no es un acto de idolatría, porque no implica invocar a la persona mencionada. 

El shéij Ibn Taimíyah (que Allah tenga misericordia de él) dijo:

“Decir “Oh Muhámmad”, “Oh Profeta de Dios”, y el objetivo es recordar a la persona a la que se está mencionando, como cuando el orante dice durante la oración “Que la paz y las bendiciones de Dios sean contigo, Oh Profeta”. Los musulmanes hacen esto abundantemente, como dirigiéndose a la persona que están recordando en su mente, aun cuando la persona está ausente y no puede oírlos”. Fin de la cita de Iqtidá' as-Sirat al-Mustaquím li Mujaalifat Asjáb al-Yahím, 2/319. 

2 – Puede entenderse que esta mención implica una invocación, un pedido o expresión de anhelo y deseo hacia quien es mencionado, como quien dice “Oh, Muhámmad, que suceda tal cosa”, o quien dice esto cuando está atravesando dificultades y necesita ayuda, como queriendo implicar “Oh Muhámmad (ayúdanos)”. Ambos casos implican asociar a otros con Dios y constituyen actos de idolatría, como se ha señalado en los textos religiosos y el consenso de los eruditos. 

Dios dijo (traducción del significado):

“¿Acaso hay alguien más inicuo que quien inventa mentiras acerca de Allah o tacha de mentiras Nuestros preceptos? Éstos alcanzarán [en esta vida] lo que les estaba predestinado, y cuando se les presenten Nuestros Ángeles les dirán: ¿Dónde están aquellos [ídolos] que invocabais en vez de Allah? Ellos responderán: Nos han abandonado; y reconocerán haber sido incrédulos” (Al-A’ráf, 7:37).

“[Y también] No invocar en vez de Allah lo que no puede beneficiarme ni perjudicarme, porque de hacerlo me contaría entre los inicuos” (Jonás, 10:106).

“Cuando se embarcan [y son azotados por una tempestad] invocan a Allah con sinceridad [reconociendo que sólo Él debe ser adorado], pero cuando les ponemos a salvo llevándoles a tierra, Le atribuyen copartícipes [nuevamente]” (Al-‘Ankabut, 29:65).

“ [Y se les dirá entonces:] De nada sirve que pidáis auxilio hoy, pues nadie podrá salvaros de Nuestro castigo” (Al-Mu'minún, 23:65).

Esta es una norma general, que se aplica a todos los casos en los que alguien invoca a algo o alguien distinto de Dios, y no hay diferencia en si lo entiende como una divinidad, como un señor, como un santo o como un objeto con poderes, bendiciones o propiedades divinas, porque la palabra “iláh” en árabe se refiere a aquello que es adorado, por lo tanto quien adora algo que no sea Dios lo ha tomado como divinidad, sin importar cómo lo llame, y aun si lo niega verbalmente afirmando luego “No hay más divinidad que Dios”. Y hay muchos otros versos bien claros que hablan de esto. 

En la obra Sahih al-Bujari (4497) se ha narrado que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Quien muera invocando a otro que no sea Dios, ingresará al infierno”. 

Los eruditos registraron un consenso unánime entre los musulmanes de que quien toma intermediarios entre él y Dios, y los invoca y les pide cosas, ha descreído del Mensaje revelado a Muhámmad y se convierte en un incrédulo, no importa si ese intermediario es el Profeta mismo (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) o alguien más. 

El shéij Ibn Taimíyah (que Allah tenga misericordia de él) dijo:

“Quien toma a los ángeles o los profetas como intermediarios, pone sus esperanzas en ellos y los invoca, pidiéndoles que le traigan un beneficio o le eviten alguna desgracia, como por ejemplo pidiéndoles perdón por un pecado o pidiéndoles que lo guíen, que le alivien una dificultad o algo semejante, es un incrédulo de acuerdo al Mensaje revelado por Dios, y no irá al Paraíso sino al Infierno”. Fin de la cita de Maymu' al-Fatáwa, 1/124. 

El consenso unánime entre los musulmanes acerca de este punto fue registrado y confirmado por más de un erudito. Ver: Al-Furu’, por Ibn Muflih, 6/165. Al-Insaf, (10327). Kashsháf al-Qiná', 6/169. Matálib Uli an-Nuhá, 6/279. 

Dice en Kashsháf al-Qiná', luego de mencionar este consenso, en un capítulo acerca de las normas sobre los apóstatas: “Esto es así porque hace lo mismo que hacen los idólatras, aun cuando ellos dicen: “Los adoramos sólo para que nos acerquen a Dios”. Fin de la cita. 

En tercer lugar, no hay nada en el Sagrado Corán ni en la Tradición Profética que pueda indicar o significar que este tipo de idolatría mencionada en tu pregunta sea permisible, ni tampoco que sea promocionada o incentivada. ¿Cómo podría algo que Dios describió como idolatría, incredulidad, y la más grande de las injusticias, sea descripto como permisible en alguno de los textos revelados? 

El reporte que mencionas sobre el entumecimiento de los pies no tiene una cadena de transmisión buena, por lo tanto no es auténtico. Aun si fuera auténtico, no hay evidencias para sostener ese argumento, porque lo allí mencionado cae bajo la denominación de recordar a una persona, como se afirma claramente en el reporte y como hemos explicado arriba, y no implica buscar la ayuda de la persona mencionada en tiempos de dificultades. 

Este reporte ha sido discutido previamente en la respuesta a la pregunta No. 162967

En cuarto lugar, el lema “¡Oh Muhámmad!”, “¡Ohhh Muhámmad!”, que has citado como siendo usado por los compañeros durante las batallas, no figura mencionado en ningún reporte auténtico, como veremos abajo. Pero aún si asumiéramos que figurara en un reporte auténtico tal como lo has relatado, tampoco caería bajo la denominación de buscar la ayuda del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) o pedirle algo, eso queda bastante claro en el significado evidente del contexto. Más bien caería bajo la denominación de un lamento, o de una expresión de coraje. Es como si los musulmanes en batalla, al decir esto, se estuvieran animando unos a otros a luchar, expresando su pena por lo que le estaba sucediendo al Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), a su comunidad y su religión, como cuando alguien dice “(Esto es) ¡Por el Islam!”. 

Esto puede ser expresado en árabe con las partículas “wa” o “iá”, la última de las cuales es un vocativo (usualmente traducido como “Oh”), y por consiguiente utilizado para invocar, y no hay espacio para la ambigüedad o la confusión, como señaló Ibn Málik en su poema Al-Alfíyah. 

Al-Ashmuni escribió: “La partícula “wa” en árabe es usada por quien expresa pena o dolor. También puede ser usada para expresar una lamentación, por ejemplo una madre palestina que exclama “¡Wa, wáladah!” (“¡Oh, mi niño!”), o alguien que le duele mucho la cabeza y dice “Wa, ra'sah” (Ay, mi cabeza). También puede decirse en estos casos “¡Iá, wáladah!”, o “¡Iá, ra'sah!, usando la partícula “iá” en lugar de “wa”. Pero si usar la partícula “iá” da lugar a una ambigüedad en el significado, entonces no debe usarse, debe ser evitada. En otras palabras, esta partícula en vocativo sólo se usa en expresiones de lamento cuando no hay riesgo de confusión. Si hay riesgo de confusión, entonces debe usarse en su lugar la partícula “wa”. Fin de la cita de Shárh al-Ashmuni ‘ala Alfiyat Ibn Málik, 1/233. 

Esta categoría incluye las palabras de Fátima cuando el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) fallecía. Según un reporte ella habría dicho: “Iá, ábatah” (¡Oh, mi padre!), y según otro reporte habría dicho “Wa, ábatah”. 

Al-Bujari registró que Anas dijo:

“Cuando la enfermedad del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) se puso severa, tenía estremecimientos de dolor, Fátima (que Dios esté complacido con ella) dijo: “¡Ay, mi padre está sufriendo!”. Entonces él le dijo: “Tu padre no sufrirá más después de este día”. Y cuando falleció, ella dijo: “¡Ay, mi padre, ha respondido la llamada de su Señor! ¡Ay, mi padre, cuya morada está en el Paraíso! ¡Ay, mi padre, a (el ángel) Gabriel le anunciamos las noticias de su muerte!”. 

Cuando fue enterrado, Fátima (la paz sea con él) dijo: “Oh, Anas, ¿cómo puedes soportar echar tierra sobre el Mensajero de Dios?”.

De acuerdo a otro reporte registrado por Ibn Máyah (1630), ella dijo: “Oh, mi padre (wa ábatah), a Gabriel anunciamos su muerte. Oh, mi padre, cuán cerca está él de Dios ahora. Oh, mi padre, el Paraíso es su morada. Oh, mi padre, él ha respondido la llamada de su Señor”.

Todo esto cae bajo la denominación de lamentaciones, no de pedir ayuda de ninguna índole. 

Al-Háfiz Ibn Háyar dijo: “Cuando ella dijo: “Iá ábatah” (Oh, padre), es como si hubiera dicho “Iá abi” (traducible como “Oh, padre mío”). Pero la elongación del sonido representada por la letra álif extra implica una lamentación, y la letra “ha” señala el final de la palabra”. Fin de la cita de Fáth al-Bári, 8/149. 

Sin embargo, debemos señalar que el lema de batalla mencionado no se ha probado en los reportes auténticos. 

El shéij Sálih Aal ash-Shéij (que Dios lo proteja) dijo, respondiendo a quien decía que Al-Háfiz Ibn Kazír había mencionado que el lema de los musulmanes en la batalla de Al-Iamámah era “Muhámmadah”:

“Ibn Kazír (que Allah tenga misericordia de él) citó eso en un largo reporte acerca de la campaña militar, y algunas de las redacciones de los contadores de historias fueron incorporadas por él al reporte. Este lema fue narrado por Ibn Yarír en Taríj al-Umam wa al-Muluk (3/293), quien dijo: “As-Sirri me escribió un reporte de Shu’aib, tomado de Saif, tomado de Ad-Dahhák Ibn Yarbu’, de su padre, de uno de los hombres de la tribu de Suhaim…” y mencionó una historia que incluía este lema. 

Sin embargo, la cadena de transmisión es problemática, y no creo que las normas del Islam relativas al credo o la jurisprudencia puedan tomarse de los libros generales de historia. Estas historias son narradas con el propósito de aprender de ellas, y deben ser creídas en términos generales pero no en los detalles. Áhmad Ibn Hánbal dijo: “Hay tres para las que no hay prueba definitiva”, y mencionó los reportes acerca de campañas militares. 

Esta cadena de transmisión tiene tres problemas: 

1 -  Saif es el hijo de ‘Umar, el autor de Al-Futuh y Ar-Riddah. Él transmitió reportes de varios narradores desconocidos. 

Ad-Dahabi dijo en Mizán al-I’tidal (2/255): “Muyayín transmitió de Yahia: “Los reportes de Saif no valen un centavo”. Abu Dawud dijo: “No tienen valor”. Abu Hátim dijo: “Él debe ser desestimado”. Ibn Hibbán dijo: “Él fue acusado de herejía”. Ibn ‘Adiyy dijo: “La mayor parte de sus reportes son extraños”. Fin de la cita. 

2 – Ad-Dahhák Ibn Yarbú' transmitió que Al-Azdi dijo: “Su reporte no es sólido”. Él es uno de los narradores desconocidos de quienes solamente Saif transmitió. 

3 – El estatus desconocido de Yarbú' y de Suhaimi. 

Cada uno de estos problemas en sí mismo haría débil al reporte, entonces ¿qué decir sobre lo que fue narrado por Saif Ibn ‘Umar? Le pedimos a Dios que nos guarde sanos y salvos. 

No hay nada extraño con que Ibn Yarir narrara historias extraídas de reportes débiles, muchos historiadores después de él las transmitieron. Ibn Yarir (que Allah tenga misericordia de él) dijo en la introducción para su libro Tarij Al-Umam wa al-Muluk (1/8): “Cualquiera de los reportes que mencionamos en este libro, sobre historias del pasado que el lector puede encontrar extrañas o reprensibles porque no puede encontrar ninguna forma de verificar su validez o no tienen sentido para él, debería comprender que no es por culpa nuestra. Más bien, es a causa de algunos entre quienes nos lo transmitieron. Aquí sólo transmitimos esas historias tal como nos llegaron”. Fin de la cita de Hadihi Mafahimuna, por el shéij Sálih Aal ash-Shéij, pág. 52. 

En cuarto lugar, Dios, glorificado y exaltado sea, nos dijo acerca de los hermanos de José (traducción del significado): 

“Dijeron: ¡Oh, padre! Pide a Allah el perdón de nuestros pecados; ciertamente hemos sido pecadores. 98. Respondió: Pediré a mi Señor que os perdone; ciertamente Él es Absolvedor, Misericordioso” (José, 12:97-98).

Esto cae bajo la denominación de pedir una súplica (el du'á') de quien está vivo y es capaz de ofrecer la súplica, y no hay nada de malo con esto de acuerdo al consenso de los eruditos. 

Sus palabras "Pide perdón" significan “pide perdón por nosotros”. No dijeron "Perdónanos", como piensas. 

Varios textos indican que es permisible pedir a alguien más que ofrezca una súplica, como el extenso reporte de Uwais al-Qarni según el cual el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) le dijo a 'Umar: "Si puedes pedirle que rece para tu perdón, entonces hazlo". Entonces él fue a ver a Uwais y le dijo: “Reza por que Dios me perdone”. Registrado por Muslim (2542). 

An-Nawawi (que Allah tenga misericordia de él) dijo: “El capítulo en que se recomienda pedir a las personas virtuosas que ofrezcan la súplica por uno, aun cuando el que está pidiendo es mejor que la persona que quien se lo pide, y sobre la súplica en lugares especiales:

“Debe entenderse que los reportes que hablan de esto son demasiados para ser contados, y es una cuestión en que hay consenso general entre los eruditos”. Fin de la cita de Al-Adkaar (pág. 643). 

Para resumir lo antedicho, el principio básico respecto del asunto de una persona diciendo “Iá Muhámmad (Oh, Muhámmad)” es que es permisible, siempre que no involucre ningún pedido hacia él, ya sea explícitamente o implícitamente, porque eso constituiría un acto de idolatría. 

No obstante, nuestro consejo para ti es evitar esta expresión, por dos razones: 

1 – Esto puede hacer que los musulmanes más instruidos en la religión tengan una mala opinión de ti, y que piensen que le pides a alguien aparte de Dios. 

2 - Puedes acostumbrarte a decir esta expresión y descubrirte un día diciéndola cuando estás necesitado de ayuda. Por lo tanto deberías acostumbrarte a decir “Iá Alláh (Oh, Dios)”, “Iá Hayyu (Oh, Eterno)”, “Iá Qaiúm (Oh, Autosuficiente)”, “Iá Dha al-Yaláli wa al-Ikrám (Oh, Poseedor de Majestad y la Gloria)”. No hay nada mejor para un siervo que pedirle a su Señor y humillarse ante Él, acudiendo a Él en todas las circunstancias. 

En quinto lugar, si una persona cae en la idolatría y se arrepiente, Dios aceptará su arrepentimiento. Dios, glorificado y exaltado sea, dijo (traducción del significado): 

“Aquellos que no invocan a nada ni a nadie junto con Dios, no matan nada que Dios haya prohibido matar salvo con justo derecho, y no cometen fornicación ni adulterio. Y [sabed que] quienes cometan esto recibirán un terrible castigo. 69. El Día de la Resurrección se les atormentará incesantemente, y permanecerán en el castigo despreciados, 70. Salvo quienes se arrepientan, crean, y obren correctamente. A éstos, Dios les perdonará sus pecados y en su lugar les registrará buenas obras. Y Dios es Absolvedor, Misericordioso” (Al-Furqán, 25:68-70).

Y Allah sabe más.

Origen: Islam Q&A