Cuando el hombre entra por primera vez donde está su esposa, debe tomarla por la parte frontal de su cabeza (es decir, por la frente) y decir: "Al-lahumma inni as’aluka jairahá wa jaira má yubiltahá ‘alaihi, wa a‘údhu bika min sharrihá wa sharri má yubiltahá ‘alaih" (Oh, Al-lah, Te pido su bien y el bien de lo que has creado en ella, y me refugio en Ti de su mal y del mal de lo que has creado en ella) (narrado por Abu Dawud, núm. 2160, e Ibn Mayah, núm. 1918).
Sin embargo, si teme que la mujer se incomode si le toma la frente y pronuncia esta súplica, puede hacerlo como si fuera a besarla, y decir esta súplica en voz baja, sin que ella lo oiga, pero pronunciándola con la lengua.
Si ella es una mujer que busca el conocimiento y sabe que esto es algo legislado, entonces no hay problema en que él lo haga y se lo diga en voz alta.
Respecto a rezar dos rak‘at al entrar a la habitación donde está la esposa, se ha transmitido de algunos de los salaf que solían hacerlo. Si alguien lo hace, es algo bueno; y si no lo hace, no hay problema.
En cuanto a leer la sura Al Baqarah u otras suras, no conozco ninguna base para ello.
Y Al-lah sabe más.