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Cómo aplicar la paciencia cuando se enfrentan pruebas difíciles

20-07-2022

Pregunta 264679

¿Cómo reaccionan las personas de manera enojada ante las pruebas? Por ejemplo, si Musab ibn Umayr (que Allah se complazca de él) se hubiera mostrado descontento con su prueba con respecto a su madre, ¿cuáles son algunas de las cosas que habría hecho? Para ser claros, no estoy diciendo que se haya mostrado descontento. Estoy pidiendo un ejemplo de fallar frente a una prueba como en el caso de Musab.

Texto de la respuesta

Alabado sea Dios.

En primer lugar:

La naturaleza de este mundo es que es una prueba. A menos que el creyente se convenza de eso e inculque esta idea en su mente, y se equipe a él mismo con la paciencia (frente a las pruebas), su vida se volverá más difícil y perderá recompensa.

Los musulmanes debemos reflexionar sobre el Libro de nuestro Señor y lo que Él nos ha ordenado sobre la paciencia. Debemos estudiar la vida de nuestro Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) y sus compañeros, y nuestras primeras generaciones, y ver cómo ellos soportaron las pruebas y las dificultades con paciencia, para que podamos seguir su ejemplo.

No es un secreto que la paciencia trae una gran recompensa y un alto estado ante Allah, Glorificado y Exaltado sea, y Allah felicitó al paciente y les dio buenas nuevas: “pero albricia a los pacientes” [al-Baqarah 2: 155].

Vea la respuesta a la pregunta no. 71236 .

En segundo lugar:

No hay nada en la historia de Mus’ab ibn 'Umayr (que Allah esté complacido con él) que sugiera que no fue paciente. Más bien, lo que se narra es que soportó con paciencia la detención en Meca, y solía llamar a su madre para que se hiciera musulmana cuando estaba encadenado y detenido. No hay ningún informe que sugiera lo que se menciona en la pregunta.

Ibn Ishaaq narró en su Maghaazi que Sa’d ibn Abi Waqqaas dijo: “Éramos personas que soportaron una vida dura en Meca con el Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones sean con él) y enfrentamos dificultades. Cuando nos sobrevino una calamidad, la consideramos como una prueba y la soportamos con paciencia. Mus’ab ibn 'Umair era un joven que vivía una vida de la mayor facilidad en Meca, y sus prendas eran las mejores ya que sus padres gastaban generosamente en él. Luego lo vi cuando se había hecho musulmán; se veía muy cansado y enfermo al punto que vi su piel despellejándose como la piel de una serpiente ... Entonces, Allah, Glorificado y Exaltado sea, lo honró con el martirio en el día de Uhud.

Fin de la cita de as-Siyar wa’l-Maghaazi, p. 193.

En tercer lugar:

Algunos de los Sahaabah fueron afligidos por calamidades, y reaccionaron de una manera que al Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) no le gustó. Entonces él les ordenó ser pacientes y les enseñaba a decir y hacer lo correcto, y ellos se corregirían de inmediato (que Allah esté complacido con ellos).

Se narró que Anas ibn Maalik (que Allah esté complacido con él) dijo: El Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) pasó junto a una mujer que lloraba en una tumba, y dijo: “Teme a Allah y sé paciente”. Ella dijo: “¡Déjame en paz, no has sufrido mi calamidad!” Ella no lo reconoció. Se le dijo: Él es el Profeta (la paz y las bendiciones sean con él). Ella vino a la puerta del Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) y le dijo: (Lo siento), no te reconocí. Él dijo: “La paciencia (verdadera) es ante el golpe de la calamidad”.

Narrado por al-Bujari (1283) y Muslim (926).

Al-Haafiz Ibn Hayar (que Allah tenga piedad de él) dijo en Fath al-Baari (3/149).

Al-Qurtubi dijo: Lo que parece ser el caso es que había algo excesivo en su llanto, como los lamentos y cosas por el estilo, por lo que le dijo que temiera a Allah. Yo (Ibn Hayar) digo: Esto está respaldado por el hecho de que en el informe mursal de Yahya ibn Abi Kazir mencionado anteriormente, dice: Él escuchó de ella algo que le desagradó, por lo que se quedó a su lado. At-Tibi dijo: Las palabras “Teme a Allah” son una introducción para las palabras “sé paciente”; es como si le dijeran: teme la ira de Allah si no eres paciente y no te impacientes, para que puedas obtener la recompensa.

Las palabras “ella no lo reconoció” significan: ella se dirigió a él de esa manera porque no se dio cuenta de que era el Mensajero de Allah.

Muslim agregó en un informe que él narró: “ella estaba mortificada”, es decir, debido a la angustia que sintió cuando se dio cuenta de que él era el Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones sean con él), llena de vergüenza, temor y respeto por él.

Lo que se entiende por las palabras del Profeta “la paciencia (verdadera) es ante el golpe de la calamidad” es decir: si alguien es capaz de mostrar paciencia al principio, cuando siente que está a punto de sentirse abrumado por el pánico y la impaciencia, esa es la paciencia perfecta que lleva a la recompensa.

At-Tibi dijo: El Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) dijo esto en respuesta a las palabras: “No te reconocí”. Esta fue una respuesta sabia; es como si él le estuviera diciendo: No tienes que disculparte, porque no me enojo por nada excepto por la causa de Allah; más bien examínate a ti misma.

Az-Zayn ibn al-Munir dijo: la razón por la que le contestó a la mujer de esa manera cuando ella mostró su obediencia a lo que él le había ordenado de temer a Allah y mostrar paciencia, y se disculpó por lo que había dicho con pudor, fue para explicarle a ella que lo correcto en relación a la paciencia es mostrarla en el primer momento cuando golpea la calamidad, porque eso es lo que trae recompensa. Fin de cita.

Esto se apoya en el informe de Abu Hurairah mencionado antes: Ella dijo: Seré paciente, seré paciente.

De este hadiz podemos aprender otras cosas además de las mencionadas:

A quien se le aconseje hacer algo bueno debe aceptar el consejo, incluso si no conoce a la persona que se lo está dando.

La desesperación es algo prohibido, porque el Profeta le ordenó que temiera a Allah y además le dijo que fuera paciente.

Se recomienda aguantar la mala educación de las personas cuando se ofrecen consejos o exhortaciones. Fin de cita.

Sheij Muhammad ibn 'Uzaimin (que Allah tenga piedad de él) dijo en al-Qawl al-Mufid (2/215):

En momentos de calamidad, las personas responden de cuatro maneras:

1.

Enfado. Esto es algo que se puede sentir en el corazón, como cuando una persona está enojada con su Señor y está descontenta con lo que Allah ha decretado para él, lo que puede llevar a la incredulidad, como Allah, Exaltado sea, dice (interpretación) del significado): “Hay gente cuya fe está siempre al borde [de la incredulidad]. Si les ocurre un bien se sienten tranquilos; pero si les ocurre una desgracia reniegan de la fe, perdiéndose la recompensa de este mundo y el otro. Esa es la auténtica perdición” [al-Hayy 22:11];

O puede ser verbal, como decir, “¡Ay de mí!” y similares;

O puede expresarse en acciones físicas, como abofetearse las mejillas, rasgarse la ropa, arrancarse cabellos, etc.

2.

Paciencia, que es como decía el poeta:

La paciencia, como suena la palabra [en árabe] es algo amargo, pero su resultado es más dulce que la miel.

Una persona puede encontrar algo muy grave y que eso le disguste, pero lo soporta con paciencia y firmeza. Que lo haga o no, no es lo mismo para él; más bien, no le gustan las dificultades que está atravesando, pero su fe lo protege de estar descontento (con Allah).

3.

Aceptación (rida), que es de un grado más alto que la paciencia. La aceptación es cuando la facilidad y la dificultad son lo mismo para una persona, en el sentido de que acepta que ambas suceden por voluntad y decreto de Allah, aunque se sienta triste cuando lo golpea una calamidad, porque es un hombre que acepta la voluntad divina y el decreto; lo que dicte la voluntad divina y el decreto, lo aceptará. La voluntad divina y el decreto pueden dictar que tendrá un momento de tranquilidad o un tiempo de dificultad, que se le otorgará una bendición o que le sucederá una calamidad; todo es lo mismo para él, no porque no tenga sentimientos, sino porque está completamente complacido con su Señor, Glorificado y Exaltado sea, y acepta que Allah lo hará alternar entre tiempos de facilidad y tiempos difíciles, pero para él es lo mismo, porque piensa que es el decreto de su Señor respecto a él. Esta es la diferencia entre aceptación y paciencia.

4.

Gratitud. Este es el estado más alto. Significa que una persona está agradecida con Allah por todo lo que le suceda de felicidad y de calamidad, y por lo tanto se incluye entre los siervos agradecidos de Allah. Le da gracias a Allah cuando se da cuenta de que hay calamidades mayores que las que le han sobrevenido a él, y que la calamidad que afecta los intereses de este mundo es más fácil de soportar que las calamidades que afectan el compromiso religioso, y que el castigo en este mundo es más fácil de soportar que el castigo en el más allá, y que esta calamidad puede ser un medio para expiar sus pecados y aumentar su hasanaat. El Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) dijo: “No hay preocupación, pena o cualquier otra cosa que le ocurra a un creyente, que no se convierta en una expiación para él, incluso si es una espina que lo hiere”. Narrado por Bujari y Muslim.

La persona también puede aumentar su fe de esta manera. Fin de la cita.

Finalmente:

Le decimos a usted que lo que debe preguntar y tratar de comprender es aquello que lo beneficiará, en términos de su compromiso religioso y de fortalecimiento de su fe, no lo que pueda socavarla y debilitarla.

Si desea hacer preguntas, debe preguntar sobre las historias de paciencia y aceptación (de la voluntad y el decreto divinos) entre los Sahaabah y las primeras generaciones rectas, y cómo dieron el mejor ejemplo de constancia y paciencia, y no entraron en pánico ni se impacientaron. Este es el rasgo que debemos buscar en sus biografías, porque eso es lo que debemos emular.

En cuanto al pánico y la impaciencia, si eso sucediera, solo refleja un momento de debilidad humana que debe pasarse por alto y no hablar sobre él. En otras palabras, no debemos buscarlo, porque no es un ejemplo a seguir.

Si supiéramos que una mujer mostró debilidad cuando la calamidad cayó sobre ella y perdió a su hijo, esta debilidad no es un ejemplo a seguir y no es algo que valga la pena buscar, discutir o preguntar.

Más bien, en esta historia deberíamos enfocarnos en las palabras del Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) a esa mujer y su instrucción para que fuera paciente, con el fin de que seamos cuidadosos y no perdamos la oportunidad de mostrar paciencia. Porque si entramos en pánico desde el primer momento hasta que nos calmamos, volvemos a nuestros sentidos y comenzamos a pensar correctamente, ninguna paciencia nos beneficiará en esa etapa después de mostrar impaciencia al principio, porque la verdadera paciencia es solo la que se muestra en el primer momento cuando golpea la calamidad.

Conclusión:

Quien es afortunado y guiado debe preguntar acerca de aquello que lo beneficiará tanto en sus asuntos religiosos como en los asuntos de este mundo, no en lo que puede dañarlo; debería preguntar acerca de características sublimes y no hablar sobre el comportamiento ignorante; debe buscar historias de las primeras generaciones en situaciones en las cuales sentaron un ejemplo a seguir, y no buscar momentos de debilidad humana de los cuales nadie es completamente libre en la ¡ medida que se atraviesan los altibajos de la vida. El que hace esto es el afortunado a quien Allah ha guiad o para buscar conocimiento beneficioso y buscar los ejemplos correctos a seguir.

Que Allah nos ayude, a usted y a nosotros a hacer y decir lo que Él ama.

Y Allah sabe mejor.

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